Consumidores más asertivos, exigentes, selectivos, competitivos y menos leales a las marcas, mayores ingresos per capita y de los bienes disponibles, acceso a tarjetas de crédito, la tecnología y el acceso a esta que ya es casi para todos, transformaciones socio-demográficas, hogares pequeños con menos hijos y madres que trabajan, crecimiento de los grupos D y E, aumento del nivel medio educacional de las nuevas generaciones, jóvenes que prefieren la independencia y manejan altos presupuestos personales, cambio del rol social de la mujer, son algunas de las tendencias que hacen al nuevo consumidor chileno.
El perfil de consumidor chileno ha cambiado muchísimo los últimos 10 años, una modificación del 150% en su comportamiento comparado con dos décadas atrás.
• Cliente más asertivo: tiene más conciencia de sus derechos y lucha por ellos.
• Más exigente: le pide más a los productos, bienes y servicios que requiere.
• Más selectivo: el mercado no solo ofrece más productos sino que a su vez más lugares donde informarse.
• Más competitivo: la sociedad ha provocado que se pierda el espíritu solidario, privilegiando el éxito personal.
• Menos leal a las marcas: la gran variedad que existe de productos de distintos precios y características, provoca que no se comprometa con una sola marca y busque lo que mas le conviene.
• Aumento del ingreso per cápita y de los bienes disponibles.
• Los beneficios de tarjetas de créditos, de las grandes tiendas y de los mall, permitió el consumo y comodidades de la modernidad, a la gran mayoría de los chilenos.
Los créditos dan muchas posibilidades a la gente para viajar, pagar en módicas y largas cuotas. Salir del país ya no es solamente para los que tienen más dinero.
También hoy el consumidor gasta en necesidades que eran consideradas solo para un tipo de personas: el salir a comer fuera de casa o ir a tomar un trago es cada vez más común. La gran y variada oferta gastronómica y de entretención permite salidas de formas más baratas y alternativas.
• El consumidor es mucho más tecnológico; PC propio, notebooks, pendrives, mp4, celular con cámara y radio, cámaras digitales, etc. Casi todos están ingresando al mundo tecnológico por el uso de Internet en casa, gasto que es visto casi como uno más de los básicos en el hogar.
• Se están adquiriendo por primera vez una conducta muy parecida a las de un país desarrollado, porque se está dejando de ser conservadores y básicos en los gastos; porque importa estar conectados con el mundo, ser informados y exigentes.
• Cambio en la estructura demográfica. Disminución de la tasa de natalidad y aumenta la esperanza de vida a 80 años promedio. En los ‘60 nacían casi 5 hijos por mujer mayor de 18 años; en el 2000, menos de 2 hijos.
• El fuerte aumento del acceso de la mujer a la educación superior. A partir del año 2004, estudian más mujeres que hombres en las universidades (y hoy se gradúan más mujeres que hombres).
• Cambio del rol social de la mujer. La incorporación de la mujer al mercado laboral, representan hoy casi el 40%.
• Las mujeres casadas están retardando la edad en que tienen su primer hijo, la que aumentó de 23 a 27 años entre los años 1980 y 2003. Ello ha creado un nuevo grupo de consumidores, parejas jóvenes en que ambos trabajan, pero no tienen hijos aún, disponiendo por lo tanto de un ingreso muy alto para sus gastos personales, viajes y bienes sofisticados dentro del hogar.
• El crecimiento de los grupos D y E de 27% en 1990 a 44% el 2006 (CASEN), el aumento del consumo hoy está dado por la clase alta y baja.
La clase media y emergentes están accediendo en forma más fácil a modelos aspiracionales, gracias al crédito.
• Aumento del nivel medio educacional (consumidores más educados).
Mayor acceso a la educación superior y ciudadanos más educados, con mayores posibilidades de acceder al mundo laboral. La apertura de universidades privadas abre ofertas para todos los bolsillos.
Resumiendo, en estos tiempos se consume más, por ende, hay más endeudamiento ya que se recurre mucho a los créditos que hacen más accesibles a los productos y servicios que sin esta “ayuda” serían casi imposibles de conseguir, las que en los denominados segmentos bajos de la pirámide social hace generar aspiraciones.
Al haber más dinero para comprar, las empresas producen más productos y servicios que deben ser de calidad ya que al cliente en estos tiempos (siempre debería haber sido así) no se le puede “meter el dedo en la boca” ya que el SERNAC funciona y lo hace bien y casi siempre le da la razón al consumidor que hoy en día es exigente e informado.
La accesibilidad y masividad que tiene Internet, en especial las redes sociales donde millones de personas se enteran de todo, hace muy fácil destruir un producto por un simple “posteo” diciendo que tal producto no le gusto o por un simple capricho personal.
Estos tiempos modernos también incluyen a la mujer, que ya no quiere tener un papel secundario en esta película que en este caso sería la vida, ya que quiere ser profesional y no depender de alguien, quiere salir al mundo laboral para ganar dinero propio y tener una vida de calidad y darse gustos.
Concluyendo, en el año 2010 se vive mejor y de mejor calidad, se consume más y se gasta más, ojala si, no nos “consuma” el consumismo.